¿Cómo recuperar el menisco con cirugía artroscópica?

La cirugía artroscópica es una de las técnicas más utilizadas para recuperar lesiones de menisco y rodilla de una forma menos invasiva. Se utiliza con mucha frecuencia en el mundo del deporte, e incluso también en deportistas de élite.

Gracias a las nuevas y más avanzadas técnicas médicas podemos conseguir resultados óptimos para el paciente, intentando la intervención sea sencilla y que la recuperación sea lo más favorable posible, requiriendo el menor tiempo.

Para entender un poco más sobre la cirugía artroscópica en lesiones de menisco o rodilla, el Dr. Antonio Calderón, especialista en la Unidad de Cirugía de Rodilla y Traumatológia Deportiva, nos cuenta más detalles sobre ésta.

¿En qué consiste la cirugía artroscópica?

Este cirugía es una técnica quirúrgica avanzada, mínimamente invasiva, en la que se realizan pequeñas incisiones desde las que visualizar la totalidad de la articulación y así corregir la lesión.

Es decir, ya no es necesario abrir la rodilla ni quitar el menisco entero. Mediante la cirugía artroscópica es posible realizar resección parcial del menisco dejando restos estables, fijos, congruentes y no degenerados que permitan realizar parcialmente la función del menisco.

¿Qué instrumental se utiliza?

Se introduce una óptica de aumento conectada a una camara de video que nos da una visión detallada del interior de la rodilla para delimitar bien la caracteristicas de la lesión y aplicar el instrumental preciso: pincería adecuada, condrotomo motorizado, electrocoagulación y vaporización meniscal por radiofrecuencia y grapas biodegradables.

¿Cúal es el periodo de recuperación tras la cirugía meniscal? 

Dependerá de la actividad que se realice y de la posible patología asociada que se encuentre en la rodilla: lesiones condrales en rótula, en condilo femoral o en platillo tibial. Normalmente, oscila de 3-5 semanas para el menisco interno y de 5-7 semanas para el menisco externo.

Después de la cirugi¡ía meniscal, el cartílago articular de la rodilla tiene que adaptarse a la nueva situación. Tiene que soportar él sólo las cargas. Tiene que recuperarse de la irritación que supone la cirugía.

Existe un periodo más o menos prolongado de adaptación en el cual es posible manifestar molestias y/o derrames ocasionales. Esto se pone más de manifiesto en la cirugía del menisco externo y en los pacientes veteranos.

En la actualidad podemos mejorar este periodo de adaptación con medicamentos condroprotectores, infiltraciones con Acido Hialuronico y con factores de crecimiento plaquetario.

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