¿Quieres más información?
El diagnóstico genético preimplantacional (DGP) es una técnica de reproducción asistida que tiene como objetivo la detección de anomalías genéticas en el feto antes de su nacimiento. Esta técnica de estudio genético del embrión presenta algunas restricciones legales en España y tan sólo se puede aplicar en algunos casos concretos.
¿En qué casos se puede acudir a una DGP?
En España las técnicas de reproducción asistida se encuentran reguladas por el artículo 10 de la Ley 14/2006, y esta ley dicta los casos en los que se podrá acudir al diagnóstico genético preimplantacional como por ejemplo la prevención de enfermedades hereditarias o como forma para curar a un hijo que va a nacer enfermo. La pareja que recurre a esta técnica para lograr un embarazo suele situarse, en el caso de la mujer, en edades cercanas o superiores a los 40 años. En este periodo vital las mujeres disminuyen sus capacidades de reproducción y presentan óvulos con una calidad baja.
¿Cómo es el proceso DGP?
El diagnóstico genético preimplantacional es un método complementario a la fecundación in vitro (FIV) a través de un ciclo de ICSI para estudiar genéticamente a los embriones. Una vez han pasado unos 3 o cuatro días de la fecundación del óvulo por el espermatozoide se da el paso siguiente, el cual consiste en la extracción de células del cultivo embrionario a través de una biopsia. De esta manera se procede a un análisis genético para generar un muestra que es guardada en un tubo.
Así, con el análisis de la muestra se podrá descartar a aquellos embriones que presenten alteraciones en los cromosomas. Por tanto, de este modo tan sólo serán transferidos aquellos embriones que presenten las mejores condiciones para su gestación en el vientre de la madre. La aplicación del diagnóstico genético preimplantacional presentan ciertos beneficios tales como el aumento del porcentaje de embarazos y la reducción del número de abortos.
Riesgos del diagnóstico genético preimplantacional
En cualquier intervención siempre hay un porcentaje de posibilidades de que el proceso falle en algunas de sus fases y que en estos contratiempos se vea interrumpido el proceso de crecimiento de un embrión sano. Este riesgo aumenta en el momento de la biopsia cuando los embriones son extraídos del óvulo.
En definitiva, el diagnóstico genético preimplantacional (DGP) es una técnica de reproducción asistida que a modo de prevención permite el diagnostico de cualquier tipo de enfermedad genética en el embrión y aumenta las posibilidades de embarazo de mujeres, que llegadas a una edad madura, experimentan serias dificultades para lograr la fertilidad deseada.
Fuente:
http://www.seinap.es/wp-content/uploads/Revista-de-Pediatria/2007/REP%2063-6.pdf#page=5
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S2304-51322012000300008&script=sci_arttext
¿Te interesa? Contacta con nosotros:

