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La blefaroplastia es un tipo de cirugía estética que aplica sobre la zona de los ojos con el fin de reducir el exceso de grasa acumulado en el párpado, superior e inferior, o eliminar las ojeras. Hoy en día existe la posibilidad de recurrir a la operación de los párpados caídos para conseguir un aspecto renovado y una mirada más limpia. Sin embargo, existen otros métodos alternativos a la cirugía que con el tiempo pueden ser eficaces para el paciente si se aplican de manera correcta.
A pesar de que los resultados de la cirugía estética facial son muy satisfactorios todavía hay personas que no se atreven a entrar en un quirófano para corregir las ojeras o las bolsas de los ojos. Por ello recurren a métodos distintos para conseguir disimular esos defectos. Los resultados que ofrece esta técnica no son los mismos que los de la cirugía convencional, pero los avances que se han producido en la medicina estética presentan otros caminos para corregir las bolsas de los ojos y las ojeras a través de inyecciones de sustancias que consiguen recuperar las zonas afectadas.
¿Qué precio tiene la blefaroplastia sin cirugía?
El atractivo precio del tratamiento, que se sitúa alrededor de los 350 euros, y sus resultados inmediatos, con los que evitas un proceso de recuperación como con la cirugía, convierten a este tratamiento en una alternativa viable.
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Esta técnica, que se aleja de la cirugía estética convencional, está dirigida fundamentalmente a personas en edad temprana ya que las posibles reparaciones que haya que llevar a cabo son mucho menores que en personas en edades mucho más avanzadas donde las ojeras o las bolsas de grasa son más pronunciadas. Eso no quiere decir que las personas que tengan que afrontar reparaciones exigentes no puedan acudir a este método alternativo a la cirugía, pero los resultados siempre aportarán mayores beneficios para la gente joven.
¿Cómo sé si este tratamiento me conviene?
Para conocer si debemos optar por la cirugía o no, debemos acudir a una clínica para que el especialista valore la mejor opción. Este tipo de alternativa se centra en dos casos fundamentales; en primer lugar para aquellos que deseen acabar con las bolsas de grasa acumuladas en la piel; o también para rellenar los surcos de los ojos.
En el caso de que queramos recuperar el volumen perdido en la zona, existe la opción de inyectar colágeno o ácido hialurónico en los surcos de la piel para tapar los agujeros existentes. Con este tratamiento se consigue el volumen deseado y el paciente disimulará esos huecos que antes tenía. Por el contrario, para eliminar grasa se aplica una inyección compuesta de vitaminas y aminoácidos.
Fuentes:
http://www.oftalmoseoformacion.com/wp-oftalmoseo/documentacion/p2009/Cap00A.pdf
http://www.medigraphic.com/pdfs/anaotomex/aom-2010/aom103a.pdf
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