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Cada operación de sustitución de la cadera por una prótesis artificial o artroplastia es diferente por diversas causas. Por ello, hay muchos tipos diferentes de cirugías relacionadas con las prótesis de cadera.
Antes de desgranar cada uno de esos tipos, es fundamental que conozcas que la prótesis puede reemplazar uno o varios elementos de la cadera, según las necesidades del paciente y el tratamiento de su lesión. Las más habituales con la cabeza femoral y el cotilo pelviano, pero encontramos más zonas que pueden sufrir ese reemplazo.
¿Qué zonas de la cadera pueden ser reemplazadas en la intervención?
La cadera, al completo, es una de las partes del cuerpo humano que más sufre el desgaste por el movimiento continuo que tenemos en nuestro día a día. No obstante, debido a la artrosis, otras enfermedades degenerativas, lesiones por accidentes de coche o cualquier otra causa, hay componentes de la cadera que sufren en mayor medida el desgaste.
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Como parte de la pelvis, el componente óseo parte del acetábulo o cotilo pelviano y acoge en su interior la cabeza del fémur. También encontramos una cápsula articular y una membrana sinovial para generar el líquido encargado de lubricar la articulación y evitar ese desgaste.
Por otra parte, como elementos cartilaginosos encontramos los meniscos que, junto con los ligamentos y músculos, permiten el correcto movimiento y fijación de la cadera. Por tanto, son muchos los elementos que hay que tener en cuenta en una intervención de cadera.
No obstante, la acción primaria se centra en el acetábulo o cotilo pelviano y la cabeza de fémur que se unen para permitir el movimiento en cualquier ángulo gracias la forma cóncava y convexa respectivamente.

¿Cómo se determina qué zona de la cadera es necesario reemplazar por la prótesis?
Para poder conocer el estado del paciente y la zona de la cadera que sufre el desgaste con mayor severidad, los médicos son los encargados de realizar estudios previos que determinen la necesidad o no de realizar una intervención así.
Además, gracias a diferentes pruebas, es posible determinar qué zonas han de ser reemplazadas y cuáles pueden seguir siendo útiles para la correcta movilidad del paciente.
Normalmente, con la realización de radiografías ya se puede determinar lo anterior. Concretamente se hacen las siguientes pruebas: radiografía de cadera antero posterior, radiografía axial o en ángulo y radiografía lateral. Más allá de este paso, también es necesario, en algunos pacientes, realizar una tomografía computerizada o una resonancia magnética que determinen exactamente el tipo de lesión presente.
Tipos de prótesis existentes
Hay muchas prótesis diferentes que se pueden utilizar en el reemplazo de cadera o artroplastia dado que depende de la zona en la que se realice, el tamaño, el anclaje, etc. La elección ideal la escogerá el médico o cirujano con la aprobación del paciente.
Básicamente, la principal clasificación se basa en diferenciar las intervenciones en las que se reemplazan todos los componentes de la cadera y aquellas en las que sólo se reemplazan ciertas estructuras. Concretamente, la prótesis total reemplaza el cotilo pelviano y cóndilo del fémur con el vástago y la prótesis parcial de cadera únicamente el cóndilo femoral con el vástago.
Por otra parte, es cierto que se puede hacer una clasificación según el tamaño de los componentes que se vayan a utilizar. Esto se refiere al hecho de que en las intervenciones convencionales de prótesis de cadera las medidas de las partes de la prótesis son normales, mientras que en la prótesis de vástago corto dicha zona es más corta de lo habitual para disminuir la presión en el fémur. Cuando el vástago es muy pequeño se realiza una intervención de prótesis de cadera de superficie. La utilización de una u otra cirugía dependerá de la edad, la salud o el estado del fémur del paciente.
También es posible clasificar las intervenciones según el tipo de anclaje en la prótesis: prótesis cementadas, no cementadas e híbridas. La diferencia entre ellas depende de la utilización o no de una mezcla de cemento especial que haga de pegamento entre las partes óseas. En el caso de las híbridas, el cóndilo del fémur y su vástago se adhieren al hueso con cemento, pero no el cotilo pelviano. La prótesis cementada es la más común actualmente, pero en muchos casos también es posible que el cirujano aconseje la no cementada.
Además de todo lo anterior, la operación de reemplazo puede realizarse tanto de estructura ósea a prótesis, como de prótesis a una nueva prótesis, es decir, para la sustitución de esa pieza ya desgastada por el paso del tiempo.
A pesar de las numerosas clasificaciones mostradas, los tipos de cirugías que más puedes haber escuchado es la intervención de prótesis de cadera total o parcial.
La elección del médico se basará, en general, en aquella que mejore la calidad de vida del afectado en mayor medida. Añadido a ello, la prótesis de titanio es una de las variedades en sus componentes o materiales que más está despuntando en las clínicas especialistas en estas intervenciones. Por ello, aquí encontrarás más información en apartados específicos de cada una de ellas.
Fuentes:
–http://e-spacio.uned.es/fez/view/bibliuned:iberoingmecanica-2011-vol15-n2-08
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