
Sudor en verano: cuándo es normal y cuándo es excesivo
Con la llegada del calor, el sudor se convierte en un compañero inevitable. Es el mecanismo natural con el que nuestro cuerpo regula la temperatura, y aunque a veces resulte incómodo, basta con mantener una higiene diaria adecuada y usar desodorantes o antitranspirantes para mantenerlo bajo control.
Sin embargo, no todas las personas viven el verano igual. Para algunas, sudar no es solo una reacción al calor, sino una molestia constante que afecta su rutina, su confianza y su bienestar emocional. Es lo que se conoce como hiperhidrosis, una condición médica caracterizada por una sudoración excesiva, que va más allá de lo necesario para mantener la temperatura corporal.
Hiperhidrosis: más común de lo que imaginas
En España, se estima que entre el 3 % y el 5 % de la población padece hiperhidrosis: más de un millón de personas.
Las zonas más afectadas suelen ser:
Axilas
Palmas de las manos
Plantas de los pies
Rostro
Lo particular de esta sudoración es que no siempre está relacionada con el calor o el ejercicio: aparece incluso en reposo o en situaciones sociales que generan nerviosismo.
Más allá del malestar físico, la hiperhidrosis puede afectar la vida social y emocional:
Evitar dar la mano por miedo a que esté húmeda.
Cambiarse de ropa varias veces al día.
Evitar reuniones o eventos sociales por temor a las manchas de sudor.
En muchos casos, este impacto emocional puede desencadenar inseguridad o ansiedad social.
Cómo controlar la sudoración excesiva
1. Diferenciar sudor normal de hiperhidrosis
El primer paso es identificar si se trata de sudoración normal por el calor o de hiperhidrosis.
2. Productos antitranspirantes
En los casos leves o moderados, los antitranspirantes son de gran ayuda.
A diferencia de los desodorantes, que solo neutralizan el olor,
Reducen la cantidad de sudor actuando sobre las glándulas sudoríparas.
Contienen sales de aluminio, seguras y aprobadas para uso cosmético.
3. Higiene con productos específicos
Mantener una higiene diaria es clave. Los limpiadores con prebióticos ayudan a equilibrar la microbiota cutánea y prevenir el mal olor, causado por ciertas bacterias que descomponen el sudor.
Hay líneas específicas de productos anti-olor que mantienen la piel limpia, fresca y protegida durante todo el día.
4. Consultar con un profesional
Si el problema persiste, conviene acudir al médico o dermatólogo.
La sudoración excesiva puede estar ligada a algunos medicamentos.
Un profesional puede valorar ajustes o alternativas.
5. Tratamientos médicos avanzados
Cuando las medidas tópicas no bastan, existen soluciones eficaces:
Inyecciones de toxina botulínica, que bloquean temporalmente los nervios que estimulan el sudor.
Iontoforesis, corriente eléctrica suave para manos y pies.
Cirugía en casos extremos, sobre los nervios simpáticos.
Vivir el verano sin miedo al sudor
Hablar de la hiperhidrosis sin tabúes y conocer sus soluciones es clave para mejorar la calidad de vida.
El sudor veraniego suele ser normal, pero si empieza a condicionar tus acciones o tu bienestar, no hay que resignarse:
Consulta con un especialista.
Apóyate en productos adecuados.
Recupera la confianza y comodidad para disfrutar del verano sin preocuparte por el sudor.